Lo que genera nuestra reacción no son los sucesos de la vida, sino nuestra manera de contemplarlos. Los sucesos, en y por sí mismos, no tienen la capacidad de afectar a cómo nos sentimos, en un sentido o en otro. Lo que nos afecta es nuestra posición y nuestro juicio con respecto a ellos, cómo estamos con ellos. Nuestra actitud, nuestro punto de vista, el contexto y el significado general que le atribuimos dan al suceso poder emocional sobre nosotros. Podemos ver que somos los creadores del significado y del impacto que el suceso tiene sobre nosotros.
El estrés surge de dar a algo externo poder sobre nuestra vida, de ponernos en la posición de la víctima, de situar la fuente de la felicidad fuera de nosotros y de negar el poder de nuestra propia mente. La curación se produce cuando volvemos a adueñarnos de ese poder y nos damos cuenta de que nosotros, y solo nosotros, creamos el significado de cualquier circunstancia, suceso, lugar, posición, cosa, o de cualquier persona de nuestra vida. Nosotros creamos el significado, nuestra posición y nuestra manera de mantenerla. Esto se convierte en una fuente de salud o bien de enfermedad. Nosotros determinamos el resultado.
David R. Hawkins
Curación y recuperación
