jueves, 12 de febrero de 2015

Entrevista a Miguel Iribarren, cofundador de la editorial “El grano de mostaza”


Miguel Iribarren, ha traducido más de doscientos libros del ámbito de la terapia, el crecimiento personal y la espiritualidad. Además, es terapeuta Craneosacral Biodinámico y especialista en distintas modalidades de terapia somato-energética.


Nos habla de los libros que más impacto causan en estos momentos a nivel mundial y espiritual, de la importancia de la comunicación, las terapias energéticas y de la Asociación Adama, de la que es miembro y colaborador.
¿Cómo iniciaste el proyecto de fundar la editorial El grano de mostaza?

Fue hace años, era una época en la que yo me encontraba en una situación personal muy difícil, producto de una relación sentimental muy complicada en la que me sentía al límite, al límite de mis capacidades y de mis posibilidades y, hubo un momento en el que, de alguna manera, pedí ayuda. Pedí ayuda a lo más alto, al universo, o como se le quiera llamar. Entonces ocurrió algo, yo soy traductor, lo he sido durante muchos años, así que lo que pasó fue que me enviaron un libro para traducir y, cuando lo empecé, supe que ese libro era la ayuda que yo había pedido: era la respuesta a mi petición, tuve la conciencia clara de que esa era la ayuda. El libro en cuestión es La Desaparición del Universo de Gary Renard, un libro con unas enseñanzas espirituales muy elevadas y, traduciéndolo, se me comenzaron a abrir como ventanas y puertas por dentro. Fue fundamental en mi vida. Yo he traducido muchos otros libros, muchísimos, más de doscientos, algunos de ellos grandes bestsellers, de los cuales se han vendido miles de ejemplares como, por ejemplo, El Poder del Ahora de Eckhart Tolle, sin embargo, para mí, La Desaparición del Universo no ha tenido comparación con ningún otro. Es un libro simiente que abre ventanas para veinte o treinta años por delante y tiene codificadas unas informaciones que todavía están pendientes de desplegar. Es la genialidad de la genialidad. En él se da la respuesta absoluta a qué es el inconsciente y es la que a mí más me ha llegado, y eso que llevo unos treinta y cinco años, o casi cuarenta, estudiando la conciencia tanto en sistemas occidentales como orientales.
¿Y te llegó en ese momento?
Me llegó, lo traduje, y esto me llevó directamente a otro libro que fue, realmente, el motivo de la fundación de la editorial: Un Curso de Milagros. Al descubrir este segundo libro, comenzó mi empeño por publicar material afín, que lo explicara, y la aventura de fundar la editorial. Todo lo demás vino después por añadidura. Al principio, fue complicado publicar La Desaparición del Universo porque estaba ya producido por la editorial Sirio, así que llegamos a un acuerdo con ellos. Fueron muy amables, hicimos una coproducción, entendieron que para nosotros era importante y siempre se lo agradeceré muchísimo. Fue toda una inspiración publicar este libro. Un Curso de Milagros es lo más elevado que se ha transmitido hasta el momento y, de hecho, no lo digo yo únicamente, la gente de la nueva era, o new age americana, que más despuntan hoy en día sobre la conciencia; prácticamente todos, o muchos de ellos, se declaran estudiantes de Un Curso de Milagros. Por ejemplo, Eckhart Tolle menciona el curso continuamente, Deepak Chopra es también estudiante del curso, gente de la PNL como Robert Dills y Stephen Gilligan o, más concretamente, Robert Dills, con quien estuve hablando, me dijo que había estudiado el curso. Todo el mundo que está en la vanguardia de la conciencia estudia el curso aunque, por el momento, se vayan extrayendo unas lecturas reducidas y a la medida. No se llega, todavía, a toda su amplitud porque el curso es como una super matriz de información multidimensional que da para desarrollar durante siglos. Es un libro que está a otro nivel y, ciertamente, contiene mucha información que se tiene que ir desvelando durante años, y entiendo que cada autor tiene que penetrar en él y sacar su propia lectura. No se agota.
Ahora, en estos momentos, ha llegado a mí otro libro cuyo autor es David R. Hawkins y que, también, abre todo un mundo a una nueva perspectiva de la conciencia. Hawkins ha estudiado mucho la conciencia, la ha entendido y da una visión muy profunda sobre qué es y cuáles son sus niveles. Habla, también, acerca del punto en que la humanidad se encuentra, hacia dónde va y cómo funciona la psique, la psique profunda, es decir, de cómo funciona el inconsciente, que es la clave de todo. Desde que Freud y Jung empezaron a hablar del inconsciente este ha sido un koan para todo el mundo y con Hawkins se dan respuestas muy acertadas.
¿Un Curso de Milagros es complejo de entender?
Es complejo, pero hay autores que penetran en él muy intuitivamente y sacan conclusiones brillantes, que resultan muy útiles a nivel práctico, y desde donde se pueden derivar métodos o principios de actuación excelentes. Piensa en Jerry Janpolski, por ejemplo, un psiquiatra estadounidense que ha extraído unos principios muy útiles, contrastados por sesenta países de todo el mundo y con todos los dirigentes de sus respectivas religiones, los cuales, han confirmado que este libro es la base de su religión. Existe todo un trabajo super interesante que está ocurriendo en torno al curso y que, cada vez, se está desarrollando más y más, que está creciendo a una velocidad de vértigo, quizás no tanto en España porque, tal vez, aquí hay mucha resistencia debido al lenguaje cristiano que utiliza, pero en sitios donde hay más receptividad, particularmente en América latina, está totalmente disparado y va, también, entrando muy fuerte en Japón y en China. Es un tema mundial.
¿Me podrías decir de qué trata UCDM de la forma más reducida y breve posible?
Un Curso de Milagros trata sobre la grandeza e importancia del amor universal, del poder del perdón y del poder del pensamiento. Y, también, sobre la liberación del ego, de los conflictos y del miedo. Entre otras cosas.
En España, Enric Corbera está difundiendo algunos de sus conceptos en sus libros, cursos y conferencias.
Sí, Enric Corbera lo está difundiendo con mucho éxito porque tiene la gran virtud de explicar muy bien. Es un gran comunicador, muy lúcido y está haciendo un trabajo importantísimo, no solo en España, sino también en otras partes del mundo. Ya hay miles de personas que ven sus videos. Él tiene su genialidad, es muy directo y capaz de explicar la metafísica más elevada al ama de casa. En El grano de Mostaza hemos publicado algunos de sus libros: Curación con Un Curso de Milagros, Tratado en Bioneuroemoción, Este no es el evangelio que quise enseñarte y Visión cuántica del transgeneracional, todos con una información muy interesante.
¿En qué punto te encuentras tú en estos momentos?
Yo me baso mucho en Un Curso de Milagros, como te decía, la editorial está montada y establecida en torno a este libro. Y el punto exacto en el que estoy ahora es que, gracias a este libro, me he dado cuenta de lo importante que es la comunicación. La comunicación es como el baremo del bienestar de una persona: cuanto más comunicado se siente uno, más feliz es. Es la condición humana. En mi opinión, en este mundo no es fácil encontrar a gente feliz porque tenemos una sensación de estar separados, de estar aparte, y este es el problema de fondo, el problema de fondo de la existencia humana es el de no estar bien comunicados. Estar comunicado es lo que se busca en las relaciones familiares, en las relaciones de pareja, es el fondo de la cuestión. Cuanto más se puedan encontrar estructuras de comunicación permanentes, fluidas, continuas y óptimas, más sube el nivel de bienestar de la persona. Cuanta más comunicación, más fluye todo. Hay una proporcionalidad directa entre la cantidad de falta de comunicación con la cantidad de separación. Cuando uno está completamente comunicado se siente completamente feliz y tiene mucha menos identidad separada. El nivel de felicidad va en función del nivel de comunicación.
¿Del contacto con otros?
Sí, y de la profundidad de la comunicación. No solo se trata de estar comunicado sino de sentirse comunicado y abrirse. Yo diría que cuantos menos pensamientos privados se tienen, más feliz se es. Cuanto más se comparten vivencias mucho mejor.
Yo me he dado cuenta de que, cuando explico cosas más personales, la gente está más receptiva y se abre más conmigo. Se crean más lazos.

Sí, porque la calidad de la comunicación es más alta y más satisfactoria. Un poquito de comunicación profunda te puede satisfacer mucho más que cualquier comunicación superficial. Y, es más, la comunicación tiene un nivel energético que no se suele tener en cuenta. Por ejemplo, al interactuar con un grupo de personas, tú entras con un nivel de comunicación de bienestar del, por ejemplo, veinte por ciento y puedes llegar a salir con un sesenta por ciento. La comunicación va acompañada de un determinado nivel de energía, cuando te sientes bien, tienes mucha más energía para tu vida, para hacer cosas por los demás, estás mucho más creativo, es como una alquimia que transforma, es decir, es como una máquina de crear bienestar. Esto se ve, por ejemplo, tú que estás haciendo formación Gestalt, en el tipo de energía que se genera en clase, allí se descargan cosas, salen cosas que estaban escondidas, se comparten temas privados. Toda esa energía que estaba ahí comprimida luego fluye y se produce un emerger que tiene una energía muy alta. Esto es algo muy nutritivo, uno sale como expandido de una experiencia así, mucho más abierto al positivismo y con esa sensación de estar comunicado que es el fondo de la psique.
En el Grano de mostaza están todos los libros publicados orientados al crecimiento personal, las terapias alternativas y a la espiritualidad, ¿qué ha hecho que este sea el tema común?
Los tres socios estamos muy dedicados a Un Curso de Milagros, así que para nosotros lo prioritario es lidiar con temas conectados con este libro. Contactamos con fundaciones como, por ejemplo, la Fundación para la Paz Interior y la Fundación para Un Curso de Milagros que son las dos principales fundaciones que gestionan el curso en USA y tenemos muy buenos vínculos con ellos. Así pues, el tronco principal siempre es Un Curso de Milagros porque lo vivimos como una misión de vida, realmente nos estamos realizando con él. De hecho, Jordi y yo estuvimos cinco años sin cobrar, poniendo dinero para salir adelante y, ahora, al final, sí que está empezando a funcionar todo muy bien. Tenemos mucha fe en el proyecto y nos encanta. Recientemente, estamos incorporando también parte de la filosofía Vedanta-Advaita y algunos autores que siguen esta línea como, por ejemplo, Ramana Maharshi , que es el gran padre del Advaita, y una figura singular en el mundo de la espiritualidad. U otros autores como Mooji. Es decir, ahora llevamos la línea de la Advaita. Entendemos que Advaita y Un Curso de Milagros tienen el mismo núcleo, son lo mismo pero con presentaciones distintas: uno está presentado de una forma más oriental, y el otro más occidental. Luego, posteriormente, todo el tema de las terapias alternativas y energéticas vino de manera natural porque estamos involucrados, porque tenemos amigos en este ámbito y porque yo soy terapeuta.
Al hablar con otro se disuelven los contenidos más pesados y, cuanto más se comparte, más se van aliviando estos contenidos y más limpia queda la psique.
¿Y qué futuro le ves a todo esto?
Pues yo le veo un futuro brillante: todo el tema de la curación y de la salud alternativas está en expansión. En realidad muchas enfermedades son estados de conciencia o de pensamiento que pueden tratarse con terapias alternativas muy benignas y muy amables, y este sería el objetivo de las terapias energéticas. Las dolencias causadas por el estrés, por ejemplo, nacen de llevar ciertos estilos de vida más que de enfermedades en sí mismas, y si estas no se cuidan debidamente, acaban derivando en enfermedades crónicas. Hay una serie de virtudes en el acto de ir a terapia que son muy positivas: la intención de la persona de curarse, el hecho de compartir, de confiar, de ponerse en manos del otro, de comunicar, como decíamos al principio, todo esto es curativo en sí mismo. Es romper la inercia de la separación o del: “yo solo me como mis problemas”. El acto terapéutico es la intención de “decidir” curarse. Lo que te pesa en la psique se deshace al compartirlo. Tu hermano te redime de tus errores, el simple hecho de compartir te libera. Este principio es universal y sigue operativo. Al hablar con otro se disuelven los contenidos más pesados y, cuanto más se comparte, más se van aliviando estos contenidos y más limpia queda la psique.
En qué consiste la Terapia Craneosacral Biodinámica de la que eres experto?
Es una terapia en la que, de nuevo, la característica principal es el “compartir”. Se trata de un viaje compartido, desde lo más suave, lo más benévolo y más amable de la terapia. Consiste en acceder a un espacio previo a la enfermedad, a un lugar pre-enfermedad o matriz original donde las cosas todavía no se han formado. En cierto modo, tiene como una base meditativa, y se trata de observarte a ti mismo, es decir, es ir al lugar donde todos los fenómenos psíquicos surgen y se van. Prácticamente, toda enfermedad tiene un origen en alguna emoción enquistada, así que se trata de ir a ese estado y observarlo desde la quietud. Este es un principio muy budista, el anicca o impermanencia. Todo es impermanente. En una dolencia, complejo o enfermedad, solo por el mero hecho de entender que es impermanente, ya se accede a la raíz de la curación. Es hacer un viaje a esta raíz. Se trata de “no identificarse” con el problema, y remitirse a un fondo donde no ha tomado “forma” todavía.
¿Y se dirige al paciente a base de diálogo? ¿De entrar como en un estado meditativo?
Se integran todas las modalidades de comunicación verbal y no verbal. Hay diálogo y, también, se emplea contacto físico a través de unos pequeños toques muy suaves. Es un tipo de toque que nos permite confiar y que nos hace relajarnos. No es un masaje, se contacta casi a nivel etérico, prácticamente no se toca la piel. Este contacto permite la descarga del sistema nervioso, ya que se trabaja con la energía que se ha anclado en él y en la psique, por lo que, el contacto corporal, permite la descarga y la expansión del sistema nervioso físico. Hay casos en los que la terapia hablada es suficiente, pero hay muchos otros, en los que el contacto físico ayuda más.
La asociación Adama, para la que dices que colaboras, ¿en qué consiste, ¿a qué se dedica exactamente?, ¿qué es lo que se hace allí?
Es una asociación que creó su fundadora Maricruz. Ella tuvo un accidente hace unos cuantos años y se quedó varios meses postrada en un sofá, enyesada; fue entonces cuando le vino la inspiración de crear una asociación en la que se pudiese atender o ayudar a colectivos en riesgo de exclusión a base de terapias naturales. Puso en marcha la idea hacia el 2008 o 2009 y cuajó muy bien aquí, en Barcelona. La asociación ha ido reclutando a muchos voluntarios, ahora ya se ha llegado a la cifra de casi trescientos, y se atiende a colectivos en riesgo de exclusión en muchos centros de Barcelona y de la provincia. Es una asociación muy dinámica, con muchas iniciativas, con programas para la gente sin techo, de reeducación y de reinserción laboral. Es una perspectiva muy esperanzadora y hay gente que nos ha empezado a escuchar y que ya colabora con nosotros. Entidades potentes, como La Caixa, son receptivas a este tipo de iniciativas.
¿Y qué se hace a nivel práctico exactamente? ¿Me puedes poner algún ejemplo?
Se ofrecen terapias naturales como, por ejemplo, flores de Bach, masajes, terapias de grupo para mujeres maltratadas, ancianos o niños en familias de acogida, se abordan problemas de este tipo. Yo he impartido el servicio de Terapia Craneosacral. Digamos que se trata de ayudar a personas a que encuentren sus propios recursos y a que se planteen otros estilos de vida. Evidentemente, se ha comprobado que esto solo es insuficiente y que hay que hacer todo un recorrido más amplio de reinserción laboral y personal, en lo cual se está trabajando en estos momentos pero, digamos, que el primer paso fueron las terapias naturales. También se están creando vínculos con otros centros y asociaciones, contactos con empresas que están colaborando y que se muestran muy abiertas a nuevas maneras de entender las relaciones laborales, a compartir, a realizar un trabajo social, a incorporar nuevas formas o métodos de gestión, estamos también trabajando en todo esto, en mirar lo que tenemos todos en común, en favorecer los intereses compartidos y evitar los pensamientos privados. Estos serían dos de los principios principales: compartir lo máximo posible y, en los puntos de coincidencia, crear objetivos comunes. Esto es lo que engrasa el funcionamiento grupal o empresarial de las asociaciones, son principios muy sencillos pero que aplicados son enormemente interesantes.