Miguel Iribarren, ha traducido
más de doscientos libros del ámbito de la terapia, el crecimiento personal y la
espiritualidad. Además, es terapeuta Craneosacral Biodinámico y especialista en
distintas modalidades de terapia somato-energética.
Nos habla de los
libros que más impacto causan en estos momentos a nivel mundial y espiritual,
de la importancia de la comunicación, las terapias energéticas y de la
Asociación Adama, de la que es miembro y colaborador.
¿Cómo iniciaste
el proyecto de fundar la editorial El grano de mostaza?
Fue hace años,
era una época en la que yo me encontraba en una situación personal muy difícil,
producto de una relación sentimental muy complicada en la que me sentía al
límite, al límite de mis capacidades y de mis posibilidades y, hubo un momento
en el que, de alguna manera, pedí ayuda. Pedí ayuda a lo más alto, al universo,
o como se le quiera llamar. Entonces ocurrió algo, yo soy traductor, lo he sido
durante muchos años, así que lo que pasó fue que me enviaron un libro para
traducir y, cuando lo empecé, supe que ese libro era la ayuda que yo había
pedido: era la respuesta a mi petición, tuve la conciencia clara de que esa era
la ayuda. El libro en cuestión es La Desaparición del Universo de Gary
Renard, un libro con unas enseñanzas espirituales muy elevadas y,
traduciéndolo, se me comenzaron a abrir como ventanas y puertas por dentro. Fue
fundamental en mi vida. Yo he traducido muchos otros libros, muchísimos, más de
doscientos, algunos de ellos grandes bestsellers, de los cuales se han vendido
miles de ejemplares como, por ejemplo, El Poder del Ahora de Eckhart
Tolle, sin embargo, para mí, La Desaparición del Universo no ha tenido
comparación con ningún otro. Es un libro simiente que abre ventanas para veinte
o treinta años por delante y tiene codificadas unas informaciones que todavía
están pendientes de desplegar. Es la genialidad de la genialidad. En él se da
la respuesta absoluta a qué es el inconsciente y es la que a mí más me ha
llegado, y eso que llevo unos treinta y cinco años, o casi cuarenta, estudiando
la conciencia tanto en sistemas occidentales como orientales.
¿Y te llegó en
ese momento?
Me llegó, lo
traduje, y esto me llevó directamente a otro libro que fue, realmente, el
motivo de la fundación de la editorial: Un Curso de Milagros. Al
descubrir este segundo libro, comenzó mi empeño por publicar material afín, que
lo explicara, y la aventura de fundar la editorial. Todo lo demás vino después
por añadidura. Al principio, fue complicado publicar La Desaparición del
Universo porque estaba ya producido por la editorial Sirio, así que
llegamos a un acuerdo con ellos. Fueron muy amables, hicimos una coproducción,
entendieron que para nosotros era importante y siempre se lo agradeceré
muchísimo. Fue toda una inspiración publicar este libro. Un Curso de
Milagros es lo más elevado que se ha transmitido hasta el momento y, de
hecho, no lo digo yo únicamente, la gente de la nueva era, o new age
americana, que más despuntan hoy en día sobre la conciencia; prácticamente
todos, o muchos de ellos, se declaran estudiantes de Un Curso de Milagros.
Por ejemplo, Eckhart Tolle menciona el curso continuamente, Deepak Chopra es
también estudiante del curso, gente de la PNL como Robert Dills y Stephen
Gilligan o, más concretamente, Robert Dills, con quien estuve hablando, me dijo
que había estudiado el curso. Todo el mundo que está en la vanguardia de la
conciencia estudia el curso aunque, por el momento, se vayan extrayendo unas
lecturas reducidas y a la medida. No se llega, todavía, a toda su amplitud
porque el curso es como una super matriz de información multidimensional que da
para desarrollar durante siglos. Es un libro que está a otro nivel y,
ciertamente, contiene mucha información que se tiene que ir desvelando durante
años, y entiendo que cada autor tiene que penetrar en él y sacar su propia
lectura. No se agota.
Ahora, en estos
momentos, ha llegado a mí otro libro cuyo autor es David R. Hawkins y que, también,
abre todo un mundo a una nueva perspectiva de la conciencia. Hawkins ha
estudiado mucho la conciencia, la ha entendido y da una visión muy profunda
sobre qué es y cuáles son sus niveles. Habla, también, acerca del punto en que
la humanidad se encuentra, hacia dónde va y cómo funciona la psique, la psique
profunda, es decir, de cómo funciona el inconsciente, que es la clave de todo.
Desde que Freud y Jung empezaron a hablar del inconsciente este ha sido un koan
para todo el mundo y con Hawkins se dan respuestas muy acertadas.
¿Un Curso de
Milagros es complejo de entender?
Es complejo,
pero hay autores que penetran en él muy intuitivamente y sacan conclusiones
brillantes, que resultan muy útiles a nivel práctico, y desde donde se pueden
derivar métodos o principios de actuación excelentes. Piensa en Jerry
Janpolski, por ejemplo, un psiquiatra estadounidense que ha extraído unos
principios muy útiles, contrastados por sesenta países de todo el mundo y con
todos los dirigentes de sus respectivas religiones, los cuales, han confirmado
que este libro es la base de su religión. Existe todo un trabajo super
interesante que está ocurriendo en torno al curso y que, cada vez, se está
desarrollando más y más, que está creciendo a una velocidad de vértigo, quizás no
tanto en España porque, tal vez, aquí hay mucha resistencia debido al lenguaje
cristiano que utiliza, pero en sitios donde hay más receptividad,
particularmente en América latina, está totalmente disparado y va, también,
entrando muy fuerte en Japón y en China. Es un tema mundial.
¿Me podrías
decir de qué trata UCDM de la forma más reducida y breve posible?
Un Curso de
Milagros trata sobre la grandeza e
importancia del amor universal, del poder del perdón y del poder del
pensamiento. Y, también, sobre la liberación del ego, de los conflictos y del
miedo. Entre otras cosas.
En España, Enric
Corbera está difundiendo algunos de sus conceptos en sus libros, cursos y
conferencias.
Sí, Enric
Corbera lo está difundiendo con mucho éxito porque tiene la gran virtud de
explicar muy bien. Es un gran comunicador, muy lúcido y está haciendo un
trabajo importantísimo, no solo en España, sino también en otras partes del
mundo. Ya hay miles de personas que ven sus videos. Él tiene su genialidad, es
muy directo y capaz de explicar la metafísica más elevada al ama de casa. En El
grano de Mostaza hemos publicado algunos de sus libros: Curación con Un
Curso de Milagros, Tratado en Bioneuroemoción, Este no es el evangelio que
quise enseñarte y Visión cuántica del transgeneracional, todos con una
información muy interesante.
¿En qué punto te
encuentras tú en estos momentos?
Yo me baso mucho
en Un Curso de Milagros, como te decía, la editorial está montada y
establecida en torno a este libro. Y el punto exacto en el que estoy ahora es
que, gracias a este libro, me he dado cuenta de lo importante que es la
comunicación. La comunicación es como el baremo del bienestar de una persona:
cuanto más comunicado se siente uno, más feliz es. Es la condición humana. En
mi opinión, en este mundo no es fácil encontrar a gente feliz porque tenemos
una sensación de estar separados, de estar aparte, y este es el problema de
fondo, el problema de fondo de la existencia humana es el de no estar bien
comunicados. Estar comunicado es lo que se busca en las relaciones familiares,
en las relaciones de pareja, es el fondo de la cuestión. Cuanto más se puedan
encontrar estructuras de comunicación permanentes, fluidas, continuas y
óptimas, más sube el nivel de bienestar de la persona. Cuanta más comunicación,
más fluye todo. Hay una proporcionalidad directa entre la cantidad de falta de
comunicación con la cantidad de separación. Cuando uno está completamente
comunicado se siente completamente feliz y tiene mucha menos identidad
separada. El nivel de felicidad va en función del nivel de comunicación.
¿Del contacto
con otros?
Sí, y de la
profundidad de la comunicación. No solo se trata de estar comunicado sino de
sentirse comunicado y abrirse. Yo diría que cuantos menos pensamientos privados
se tienen, más feliz se es. Cuanto más se comparten vivencias mucho mejor.
Yo me he dado
cuenta de que, cuando explico cosas más personales, la gente está más receptiva
y se abre más conmigo. Se crean más lazos.
Sí, porque la
calidad de la comunicación es más alta y más satisfactoria. Un poquito de
comunicación profunda te puede satisfacer mucho más que cualquier comunicación
superficial. Y, es más, la comunicación tiene un nivel energético que no se
suele tener en cuenta. Por ejemplo, al interactuar con un grupo de personas, tú
entras con un nivel de comunicación de bienestar del, por ejemplo, veinte por
ciento y puedes llegar a salir con un sesenta por ciento. La comunicación va
acompañada de un determinado nivel de energía, cuando te sientes bien, tienes
mucha más energía para tu vida, para hacer cosas por los demás, estás mucho más
creativo, es como una alquimia que transforma, es decir, es como una máquina de
crear bienestar. Esto se ve, por ejemplo, tú que estás haciendo formación
Gestalt, en el tipo de energía que se genera en clase, allí se descargan cosas,
salen cosas que estaban escondidas, se comparten temas privados. Toda esa
energía que estaba ahí comprimida luego fluye y se produce un emerger que tiene
una energía muy alta. Esto es algo muy nutritivo, uno sale como expandido de
una experiencia así, mucho más abierto al positivismo y con esa sensación de
estar comunicado que es el fondo de la psique.
En el Grano de
mostaza están todos los libros publicados orientados al crecimiento personal,
las terapias alternativas y a la espiritualidad, ¿qué ha hecho que este sea el
tema común?
Los tres socios
estamos muy dedicados a Un Curso de Milagros, así que para nosotros lo
prioritario es lidiar con temas conectados con este libro. Contactamos con
fundaciones como, por ejemplo, la Fundación para la Paz Interior y la Fundación
para Un Curso de Milagros que son las dos principales fundaciones que gestionan
el curso en USA y tenemos muy buenos vínculos con ellos. Así pues, el tronco
principal siempre es Un Curso de Milagros porque lo vivimos como una
misión de vida, realmente nos estamos realizando con él. De hecho, Jordi y yo
estuvimos cinco años sin cobrar, poniendo dinero para salir adelante y, ahora,
al final, sí que está empezando a funcionar todo muy bien. Tenemos mucha fe en
el proyecto y nos encanta. Recientemente, estamos incorporando también parte de
la filosofía Vedanta-Advaita y algunos autores que siguen esta línea como, por
ejemplo, Ramana Maharshi , que es el gran padre del Advaita, y una figura
singular en el mundo de la espiritualidad. U otros autores como Mooji. Es
decir, ahora llevamos la línea de la Advaita. Entendemos que Advaita y Un
Curso de Milagros tienen el mismo núcleo, son lo mismo pero con
presentaciones distintas: uno está presentado de una forma más oriental, y el
otro más occidental. Luego, posteriormente, todo el tema de las terapias
alternativas y energéticas vino de manera natural porque estamos involucrados,
porque tenemos amigos en este ámbito y porque yo soy terapeuta.
Al hablar con
otro se disuelven los contenidos más pesados y, cuanto más se comparte, más se
van aliviando estos contenidos y más limpia queda la psique.
¿Y qué futuro le
ves a todo esto?
Pues yo le veo
un futuro brillante: todo el tema de la curación y de la salud alternativas
está en expansión. En realidad muchas enfermedades son estados de conciencia o
de pensamiento que pueden tratarse con terapias alternativas muy benignas y muy
amables, y este sería el objetivo de las terapias energéticas. Las dolencias
causadas por el estrés, por ejemplo, nacen de llevar ciertos estilos de vida
más que de enfermedades en sí mismas, y si estas no se cuidan debidamente,
acaban derivando en enfermedades crónicas. Hay una serie de virtudes en el acto
de ir a terapia que son muy positivas: la intención de la persona de curarse,
el hecho de compartir, de confiar, de ponerse en manos del otro, de comunicar,
como decíamos al principio, todo esto es curativo en sí mismo. Es romper la
inercia de la separación o del: “yo solo me como mis problemas”. El acto
terapéutico es la intención de “decidir” curarse. Lo que te pesa en la psique
se deshace al compartirlo. Tu hermano te redime de tus errores, el simple hecho
de compartir te libera. Este principio es universal y sigue operativo. Al
hablar con otro se disuelven los contenidos más pesados y, cuanto más se
comparte, más se van aliviando estos contenidos y más limpia queda la psique.
En qué consiste
la Terapia Craneosacral Biodinámica de la que eres experto?
Es una terapia
en la que, de nuevo, la característica principal es el “compartir”. Se trata de
un viaje compartido, desde lo más suave, lo más benévolo y más amable de la
terapia. Consiste en acceder a un espacio previo a la enfermedad, a un lugar
pre-enfermedad o matriz original donde las cosas todavía no se han formado. En
cierto modo, tiene como una base meditativa, y se trata de observarte a ti
mismo, es decir, es ir al lugar donde todos los fenómenos psíquicos surgen y se
van. Prácticamente, toda enfermedad tiene un origen en alguna emoción
enquistada, así que se trata de ir a ese estado y observarlo desde la quietud.
Este es un principio muy budista, el anicca o impermanencia. Todo es
impermanente. En una dolencia, complejo o enfermedad, solo por el mero hecho de
entender que es impermanente, ya se accede a la raíz de la curación. Es hacer
un viaje a esta raíz. Se trata de “no identificarse” con el problema, y
remitirse a un fondo donde no ha tomado “forma” todavía.
¿Y se dirige al
paciente a base de diálogo? ¿De entrar como en un estado meditativo?
Se integran
todas las modalidades de comunicación verbal y no verbal. Hay diálogo y,
también, se emplea contacto físico a través de unos pequeños toques muy suaves.
Es un tipo de toque que nos permite confiar y que nos hace relajarnos. No es un
masaje, se contacta casi a nivel etérico, prácticamente no se toca la
piel. Este contacto permite la descarga del sistema nervioso, ya que se trabaja
con la energía que se ha anclado en él y en la psique, por lo que, el contacto
corporal, permite la descarga y la expansión del sistema nervioso físico. Hay
casos en los que la terapia hablada es suficiente, pero hay muchos otros, en
los que el contacto físico ayuda más.
La asociación
Adama, para la que dices que colaboras, ¿en qué consiste, ¿a qué se dedica
exactamente?, ¿qué es lo que se hace allí?
Es una
asociación que creó su fundadora Maricruz. Ella tuvo un accidente hace unos
cuantos años y se quedó varios meses postrada en un sofá, enyesada; fue
entonces cuando le vino la inspiración de crear una asociación en la que se
pudiese atender o ayudar a colectivos en riesgo de exclusión a base de terapias
naturales. Puso en marcha la idea hacia el 2008 o 2009 y cuajó muy bien aquí,
en Barcelona. La asociación ha ido reclutando a muchos voluntarios, ahora ya se
ha llegado a la cifra de casi trescientos, y se atiende a colectivos en riesgo
de exclusión en muchos centros de Barcelona y de la provincia. Es una
asociación muy dinámica, con muchas iniciativas, con programas para la gente
sin techo, de reeducación y de reinserción laboral. Es una perspectiva muy
esperanzadora y hay gente que nos ha empezado a escuchar y que ya colabora con
nosotros. Entidades potentes, como La Caixa, son receptivas a este tipo de
iniciativas.
¿Y qué se hace a
nivel práctico exactamente? ¿Me puedes poner algún ejemplo?
Se
ofrecen terapias naturales como, por ejemplo, flores de Bach, masajes, terapias
de grupo para mujeres maltratadas, ancianos o niños en familias de acogida, se
abordan problemas de este tipo. Yo he impartido el servicio de Terapia
Craneosacral. Digamos que se trata de ayudar a personas a que encuentren sus
propios recursos y a que se planteen otros estilos de vida. Evidentemente, se
ha comprobado que esto solo es insuficiente y que hay que hacer todo un
recorrido más amplio de reinserción laboral y personal, en lo cual se está
trabajando en estos momentos pero, digamos, que el primer paso fueron las
terapias naturales. También se están creando vínculos con otros centros y
asociaciones, contactos con empresas que están colaborando y que se muestran
muy abiertas a nuevas maneras de entender las relaciones laborales, a
compartir, a realizar un trabajo social, a incorporar nuevas formas o métodos
de gestión, estamos también trabajando en todo esto, en mirar lo que tenemos
todos en común, en favorecer los intereses compartidos y evitar los
pensamientos privados. Estos serían dos de los principios principales:
compartir lo máximo posible y, en los puntos de coincidencia, crear objetivos
comunes. Esto es lo que engrasa el funcionamiento grupal o empresarial de las
asociaciones, son principios muy sencillos pero que aplicados son enormemente
interesantes.