«Escribir este libro es una celebración. Llevo años practicando el perdón. Lo practico con mi pareja, con mi familia, con situaciones, con las imágenes de mi pasado, con mis amigos y colaboradores, con ideas y con emociones. Un momento de sinsentido, una vil comparación detectada en mi mente, un aroma de pereza, cada conflicto que mi sentir me ha anunciado, antes o después, han sido perdonados. Sigo practicándolo cada día, porque he encontrado la auténtica paz en mi mente. La mayor parte del miedo ha desaparecido de mi vida. Y te aseguro que esto ha de ser compartido.»